La nueva ley que está preparando el gobierno español para reformar el Código de Circulación puede traer algún que otro disgusto a los ciclistas. Con ella parece de nuevo abrirse el debate - ya llevamos años con él, y tarde o temprano ocurrirá - de que las bicicletas paguen sus tasas, matriculaciones, viñetas y seguros como cualquier otro vehículo a motor.
Por de pronto, se estudia una vez más la obligatoriedad de contratar un seguro de responsabilidad civil, tener un permiso de circulación, pago del impuesto de circulación y, además, el contar con matrícula. A esto se le añadiría la obligatoriedad del casco, como en los patinetes eléctricos (a los "riders" se les obligará también a llevar casco en tramos urbanos, algo que ahora no es una obligatoriedad), por lo que se constata que todo apunta a que la bicicleta será el próximo objetivo de los legisladores, tras el control de los patinetes eléctricos.
Tampoco es que algo así sorprenda, ya que estaba cantado. Las campañas de los últimos años para incentivar el uso de la bicicleta han hecho que este tipo de vehículos tengan hoy una enorme presencia en las carreteras. De hecho, con esta pandemia la bicicleta ha sido uno de los productos estrella, tanto es así que han llegado a agotarse el stock en muchas tiendas durante el pasado verano. Ahora que todos - o casi todos - tienen "su" bicicleta, ha llegado el momento de sacarle provecho por parte de las Administraciones, y así sacar tajada en forma de impuestos.
La bicicleta ha dejado de ser, pues, el vehículo de disfrute para muchos de nosotros, que la usábamos a diario por su libertad y su enorme adaptabilidad, para convertirse en "un vehículo más", equiparándose a los de motor pero con el handicap y la desventaja de no contar con ningún motor - en muchas de ellas, dejemos de lado las eléctricas -, acabando entonces con lo peor de ambos mundos: tienes que pagar los impuestos de un vehículo a motor, pero tienes que impulsarlo tú. Así las cosas, casi mejor entonces adquirir un ciclomotor.
Claro que, por otro lado, tenemos una alternativa en forma de vehículos de dos ruedas también movidos por nuestras propias fuerzas: los patinetes clásicos o scooters. No es la primera vez que oigo a personas que han abandonado los patinetes eléctricos por los "manuales", olvidándose de problemas de baterías, de recargas, de obligaciones, etc. etc. (y de peligros, al tener que circular ahora por la calzada). Un patinete clásico no paga impuestos, puedes llevarlo por la acera sin problemas, meterlo donde quieras, y no lo olvidemos: su mantenimiento es sumamente sencillo. Confiemos en que no se vuelvan una moda y acaben estropeándolo también a costa de crujirlos a impuestos.
| Redacción: esRevistas.com / esRevistas.blogspot.com
La idea es buena, pero falta por conocer qué harán las aseguradoras.
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