Desde la aparición de los canales de pago y sectorizados por regiones, la televisión dejó de ser lo que era. La mayoría de sus programas, encaminados a entontecer al público y a servir basura y llenar la mente de los televidentes de morbo y porquería, son auténticas pocilgas de degradación y depravación. La televisión se ha convertido, a rasgos generales, en tugurios demoníacos donde lo peor del género humano campa a sus anchas para consumo y degustación de los más incautos y obscenos ciudadanos.
Los canales de televisión se han convertido en los aquelarres modernos.
Pocas cadenas de televisión se salvan, y hay pocas excepciones, por eso el contenido audiovisual prefiero elegirlo y descargarlo yo mismo.
Entre lo poco interesante que últimamente he visto en cuanto a contenidos documentales, se encuentra un capítulo de la serie documental "10 formas de destruir la Tierra", en concreto el episodio 9 titulado "Invasión alienígena". Aunque hablan de lo mismo, los gráficos generados por ordenador (CGI) de las naves alienígenas están bastante bien. El problema es que en España se emite por Mega, o sea, una de las cadenas propiedad del poderoso consorcio A3media (AtresMedia).
Descargar desde su reproductor el capítulo es imposible, sobre todo si tienes un ordenador antiguo, ya que la mayoría de aplicaciones no funcionan y, para otras, necesitas instalar el malware de Microsoft (el desastroso framework de .NET).
Hay algunos programadores altruistas que han desarrollado aplicaciones para saltarse el streaming partido de Atresplayer, pero a todos ellos la poderosa cadena privada les soltó su ejército de abogados y les amenazaron con sendos “Cease and desist”, por lo que se vieron obligados a retirar sus herramientas. En el colmo de la desfachatez, los diseñadores del site de Atresmedia reprogramaron todo el sistema de acceso, encriptándolo y utilizando un sistema de permisos, que te obliga a estar logeado para ver el contenido y poniendo, con ello, una dificultad añadida a la posible descarga por parte de herramientas externas.
Pero bueno, no pasa nada porque como lo único que quería es verlo, intenté verlo online desde su propio visualizador, que es lo más lógico y normal: lo ves por internet, aguantas y soportas sus anuncios, y listo. Como cualquier canal.
Horror.
Para ver contenidos en su plataforma, como he dicho primero te tienes que registrar. Llama la atención que sin el registro puedes ver sus "vídeos-resúmenes" (trailers) estupendamente, incluso en viejos ordenadores como el mío, cosa que no ocurre con los vídeos enteros. Es decir, perfectamente pueden hacer la plataforma más ligera y polivalente, pero simplemente no les da la gana.
Tras registrarme (te dan la opción de usar tu cuenta de Facebook o de Google, jamás lo hagáis, no se la deis), me pongo a ver el contenido y cual es mi sorpresa al descubrir que no se reproducen los capítulos, sólo la publicidad (los anuncios). Además, en el colmo de la desverguenza y desfachatez, en la ventana de reproducción te activan un hiperlink para que accedas a más publicidad (pinches donde pinches, es como si le dieras a su banner de publi, algo muy poco honesto y que ni siquiera las webs más rastreras usan ya). Es decir que registrado, solo puedes ver publicidad, para el resto de contenidos tienes que activar tu cuenta "premium" que, como ya supondréis, es pagando.
Decido investigar y la cuenta premium cuesta 2,69 € al mes (casi 3 euros por ver basura, ¡y algunos hasta lo pagan!, increíble), pero tienen una oferta en donde el primer mes te sale gratis. Le doy a esa opción, y descubro sin asombrarme (ya me lo esperaba) que es una trampa para engañar a incautos. La cuenta supuestamente gratis no lo es, en realidad te piden tu tarjeta de crédito (o cuenta de Paypal) con el fin de pasarte un pequeño pago (según dicen lo devolverán, pero no os creáis nada, mienten como vellacos) y asegurarse que es tuya. Por lo tanto: si dicen ofrecer un mes gratis, ¿para qué necesitan tus datos bancarios? Pues fácil: es "un gancho", una estrategia para conseguir tus datos de pago y pasarte de forma automática cada mes los nuevos pagos. Lo que quieren en Atresmedia es que les des tus datos para así darte de alta en la suscripción y cobrarte, así de simple.
Por supuesto ni en sueños se os ocurra darle ningún dato a semejantes usureros, además de que su player funciona fatal, la mayoría de contenidos que tienen son lentos, cargados de publicidad, y con banners por todos lados. O sea: estarás pagando por ver su publi por la cual, encima y a la vez, ellos reciben también dinero.
A mí me llama mucho la atención que compañías multimedia tan multimillonarias como Atresmedia, que tiene contratada a gente que debe cobrar una millonada en sueldos y en nóminas (Chicote, José Miguel Monzón Navarro "El Gran Wyoming", Arturo Valls, Karlos Arguiñano, Pablo Motos..., por poner solo unos pocos ejemplos), luego sean tan rastreros como para racanearles a la gente 0,01 euros. ¡Un céntimo que dicen que te devolverán, pero que solo quieren para saber que es tu cuenta para luego pasarte mes a mes "su recibo"!
Y que conste que tampoco me desagrada la publicidad, la veo bien como un medio para ofrecer contenido gratuito, pero es lamentable que en contenidos de pago metan publicidad, e incluso que no dejen descargar ni ver sus vídeos, y sin embargo sí te pongan los anuncios. En fin, que no me sorprende nada.
Os preguntaréis cómo pude ver el vídeo que buscaba. Bueno, señalar que los esfuerzos de la gente de Atresmedia, con todos sus ingenieros de software trabajando intensamente para impedir que se descargue contenido, sus carísimos servicios jurídicos lanzando amenazas a diestro y siniestro, y sus equipos de marketing esforzándose en engañarte para que les des tus datos bancarios y les dejes acceder a tu perfil de redes sociales, son esfuerzos de tiempo y recursos bastante sin sentido que demuestra qué lejos están todos estos canales de la realidad. Porque el vídeo lo tenéis online en otras partes, para descargar gratis, sin suscripción, sin pagos, sin leches y sin esperas. Lo dicho, unos malvados estos de Atresmedia, que solo quieren hacer daño y hacer que la gente pique y caiga en sus engaños. Nada sorprendente, por otro lado, atendiendo a lo que es la televisión hoy día: un engañabobos; una pocilga de cerdos.
| Redacción: Duraderos.esRevistas.com