La mejor relación de cambio para bicicleta


Uno de los "sueños imposibles" de todo ciclista es encontrar la relación de cambio adecuada para su constitución y forma física, fuerza y forma de pedalear, que no resulte cansada, sea cómoda de mantener y le permita ganar un buen ritmo en momentos determinados. Sin resultar agobiadora, una de las mejores relaciones que conseguía era con mi vieja BH y aquellos Deore LX, claro que entonces yo era más joven, estaba más sano y menos achacoso. Y los años no pesaban tanto.

Me he encontrado en alguna ocasión en el taller de bicis con gente mayor (no me atrevería a decir anciana) que intentaba ponerse piñones y más piñones para poderse enfrentar a pendientes, olvidando que una de las cosas que más peso aportan a la bicicleta es la rueda libre, es decir: cuanto más ligera ésta sea, menos costará mover la bici en general. Así que en lugar de poner piñones lo adecuado habría sido quitar piñones y elegir pocos, pero con una buena relación plato-piñón.




Sería lo más acertado, pero aún así hay gente que se empeña en meter piñones, como si éstos fueran el motor de la bici y no nuestras piernas. A fin de cuentas, ante una cuesta pronunciada lo mejor es bajarse y superarla andando, no hay que olvidar que, en su esencia, la bici es un vehículo mecánico multiplicador de nuestra fuerza (por medio de las relaciones de potencia de sus engranajes), cuyo ritmo "natural" es el de nuestros pasos. Cierto que en bicicleta podemos ir más rápido, pero también podemos ir más cómodos, y cuanto más rápidos queramos ir, más incómodos y más energía nos costará (es una ley básica de las máquinas multiplicadoras de potencia).

Así que aquí no voy a contar el secreto de cómo ir en bici lo mismo que en moto y sin gastar un euro, esa no es la cuestión. Si queremos ir como en moto, mejor comprar una moto. Lo que voy a decir es la relación de potencia que yo considero más cómoda: en llano te permite ir tranquilamente al paso de una persona (pudiendo adelantarla en caso necesario), y afrontar pendientes relativas con cierta ligereza. Lo ideal para ello es huir de una bici fixie, por ejemplo, y así podemos olvidarnos de exprimir las piernas y ahogarnos cada vez que nos llegue la más ligera pendiente ya que, por lo general, la relación de cambio de las fixies que vienen de fábrica es malísima (por eso lo que se suele hacer es que en la tienda les pidas, a la hora de comprarla, qué relación quieres de plato y corona).

Algunos dirán que qué gracia tiene ir en bici al paso de una persona, pues es que, en su esencia, la bici nos permite recorrer largas distancias -relativas- sin cansarnos tanto, no recorrer largas distancias a gran velocidad (para eso están los coches). No olvidemos que los que recorren el mundo en bici, llevan relaciones de cambio bastante "generosas" (y no llevan una "infinita"cantidad de piñones, no hace falta, recordemos lo del peso innecesario que os decía antes, porque: ¿quién lleva mucho rato el piñón más pequeño de su bici engranado? Casi nadie, pues eso es peso que arrastramos innecesariamente).

La relación que roza, a mi modo de ver, lo ideal, es un plato de 32/36 -yo prefiero el 32- y un piñón de 26/28, aunque con el mismo piñón podemos usar platos de mayor tamaño, por ejemplo en mi MTB tengo el 42/32/22 (quité el 44 original). Dicho de una manera más simplona: una diferencia de unos 6, 8 o 10 dientes entre plato y piñón. No es necesario bajar de ahí (poniendo piñones más pequeños), porque no merece la pena.

Obviamente esta relación es orientativa, según nuestros gustos y forma de pedalear podremos escoger algún diente arriba o abajo pero, en general, es una relación buena para mantener en nuestra bici y dar paseos con ella. Eso sí, cuando llegue la pendiente, bájate o usa una bicicleta eléctrica. No hay otra forma de subirlas fácil, porque los piñones no la van a subir por nosotros.

| Redacción: Duraderos.esRevistas.com