Comparativa entre refrescos sin gas


Al contrario que las bebidas gaseosas o "espumosas", no hay mucha variedad donde elegir si preferimos bebidas refrescantes sin gas. Las opciones en este caso pasan por irnos hacia los zumos, en donde sí hay muchas variantes. Respecto a esto, últimamente se están poniendo muy de moda "el agua con fruta" o, como me gusta llamarlo a mí, "agua sucia", que no es más que agua al que le han añadido un pequeño porcentaje de zumo y mucho colorante y aromas.

Quizá la antigua Trinaranjus (hoy solamente "Trina" a secas) sea una de las más longevas y conocidas del mercado, y por eso he decidido elegirla para esta comparativa. A su lado he puesto una competidora bastante parecida, que es Bisanta. Ambas se comercializan en botes parecidos, pero de muy distinta cantidad: de 33 cl en el caso de Trina, y de 250 ml (25 cl) en el caso de Bisanta.




Es cierto que podría haber añadido otras opciones que se pueden encontrar en el mercado, como Sunny Sport, o el Multifrutas de Solan de Cabras (antiguo biSolan), pero como el envasado y su formato es diferente, y además en el caso de Sunny Sport ya abordamos esa bebida en una ocasión anterior (como bebida deportiva, que es más apta), no nos pareció adecuado. Trina y Bisanta, sin embargo, sí son muy parecidas en su formato -ambas son bebidas de zumos de fruta comercializado en latas y sin gas-, y en lo que ofrecen, por lo que se adaptan perfectamente a una comparativa justa.

Lo primero que nos llama la atención en Trina es que en su etiquetado pone "bebida refrescante de zumo de frutas 100% ingredientes naturales". Esta descripción es muy engañosa, y hace entender que la bebida es 100% de zumo de frutas, lo cual no es así. En realidad, de fruta solo posee el 16% (resulta curioso que se publiciten con frutas, y la presencia de zumo sea casi meramente testimonial), un 16% que se ha obtenido de concentrado. Como refresco que es, la mayoría es azúcar (azúcar y jarabe de glucosa), para hacerla empalagosa; añaden luego fructosa, ácido cítrico, aromas -dicen que de origen natural, pero no especifican cuáles- y un toque de malta que han extraído de la cebada.


Como ocurre en casi todo este tipo de productos, intentan ocultar todo lo que pueden y aunque por ley deben exponer toda la composición, si pueden ocultar algún ingrediente lo hacen, como en este caso los aromas.

Hay que reconocer, no obstante, en favor de Trina, que en el caso de la malta sí informan de donde es extraída: de la cebada, que es más barato que extraerla del trigo, por ejemplo (un kilo de malta de cebada nos cuesta aproximadamente 5 céntimos menos que el mismo kilo de malta de trigo, en el mercado, puede parecer poco, pero si tenemos en cuenta la cantidad de botes que produce Trina, el ahorro puede ser considerable).

Como reclamo, o colofón, en Trina informan que la bebida se enriquece con vitamina C, 12 mg por 100ml, en este caso (39,6 mg por bote de 330 ml).


En cuanto a la cantidad de zumo, en la variante de manzana que elegimos para esta comparativa el zumo natural es del 16%. Destacar, asimismo, que el refresco de Trina tiene 32,7% de azúcares, o sea: la mayoría de los hidratos de carbono que aporta son, simplemente, azúcar.

Trina es un producto de Schweppes, y aunque la central está en Madrid, en la suntuosa vía del Paseo de la Castellana, en el envase no informan de dónde nos viene embotellada, solamente indican que se ha embotellado con autorización del propietario de la marca Trina, que es Schweppes International.


Como veis, en esencia el refresco de Trina no es más que agua con una gran cantidad de azúcar, y aroma para darle sabor, básicamente. El contenido en zumo natural es ridículo, apenas una sexta parte del total del contenido. Por un refresco que cualquiera podría hacer en su casa con ingredientes no solo fáciles de encontrar, sino muy baratos, Trina nos cobra 0,55 € (los precios pueden variar ligeramente dependiendo de la tienda, en algunas se puede encontrar por 0,51 €), o sea, 1,55 € el litro, lo que nos da una idea del tremendo beneficio que aportan este tipo de bebidas a sus fabricantes.

Quizá el único atractivo de Trina sea la presencia de vitamina C, la cual con solo el contenido de un bote tendremos casi el 40% de las necesidades diarias de esta vitamina para un adulto. Es una pena, sin embargo, que para conseguir esa vitamina tengamos que atiborrarnos de tantísimo azúcar, lo cual no es muy aconsejable, sobre todo en niños.


Al igual que el Trina, el Bisanta tampoco lo fabrica la marca Fuensanta bajo la que se comercializa, sino que lo envasa Font Salem S.L. en Valencia. Font Salem es conocida por hacer de proveedor (o "remarcadora") de diferentes refrescos de marca blanca, como por ejemplo para Carrefour, aunque posee también bebidas propias, principalmente cervezas "low cost".

En Bisanta encontramos un contenido de zumo mucho mayor que en Trina, del 30% en concreto. En este caso es una mezcla de zumos a partir de concentrados: naranja -21%-, limón -4,5%-, y zanahoria -4,5%-. Utiliza acesulfamo K, aspartamo y sucralosa como edulcorantes, a los que añade aromas naturales para darle sabor. Con todo ello, los hidratos de carbono (todos ellos azúcares) llegan en Bisanta a los 2,3 gr. por 100 ml, mucho menos que los 10 gr. por 100 ml que nos arrojaba el Trina, con lo cual tenemos como resultado que la bebida Bisanta no solo es más completa por tener más zumo, sino más saludable.


Además, Bisanta no solo está enriquecida con vitamina C, sino que está enriquecida con vitamina E y vitamina A. Respectivamente nos da el 22,5 %, el 25 % y el 30 % de las necesidades de estas vitaminas en VRN (Valores de Referencia de Nutrientes). Como es por 100 ml., y el bote de Bisanta tiene una capacidad de 250 ml., de vitamina C tenemos 56,25 mg, bastante más que los 49,5 mg. que nos ofrece el Trina en Vitamina C, a pesar de ser de 330 ml. su bote.

Quizá el único punto débil de Bisanta sea su precio, de 0,60 €, o sea 2,4 € el litro. No es mucho si lo comparamos con los 1,55 € que nos cuesta el Trina, en donde pagamos solo por beber agua que es, básicamente, agua mezclada con azúcar. En este caso merece la pena, y bastante, pagar un poco más por Bisanta porque nos llevamos un refresco significativamente más saludable que el Trina, aunque es cierto que la lata de Bisanta debería ser de 33 cl., como la competencia, y no de sólo 25 cl.




| Redacción: Duraderos.esRevistas.com