Una piedra de choque y una tarea pendiente son los accidentes laborales en España. Aunque es bien cierto que los accidentes mortales han ido disminuyendo durante estos últimos años, desde el año 2012 los accidentes producto del trabajo aumentan una media del 5% cada año. Esto es: durante el año 2016, por cada 11 trabajadores, 1 se ha accidentado, una cifra enorme no solo en lo que respecta al potencial peligro para el propio trabajador, sino en gasto público en atención sanitaria.
Una de las tareas pendientes de las empresas es, precisamente, la seguridad laboral. Cuando los EPIs (equipos de protección individual) son inadecuados, no se usan correctamente y, en muchos casos, simplemente son inexistentes, acabar sufriendo un accidente laboral no es algo probable, sino algo que más tarde o más temprano va a ocurrir. Más si tenemos en cuenta que caídas, golpes y tropezones han sido uno de los más habituales accidentes en 2016, en crecimiento continuado desde 2012. Para ello se hace imprescindible un calzado no solo protector, sino adecuado, con suela antideslizamiento eficiente y puntera reforzada.