La filial europea de Fender, creadores de las famosas guitarras Stratocaster, ha sido acusada de presionar a sus distribuidores a que tengan un precio de venta mínimo y no puedan hacer ofertas de venta de sus modelos más bajos de ese precio. La Autoridad de la Competencia y de los Mercados británica declaró que sospechaba que Fender Musical Instruments Europe seguía una política de presión a los minoristas, al menos entre los años 2013 a 2018, para que vendieran sus instrumentos a un precio elevado, sin poder hacer ofertas por debajo de ese mínimo. Es probable que Fender siga los pasos de la millonaria multa que las autoridades británicas impusieron este pasado mes de agosto (de 3,7 millones de libras) a Casio Electronics, por seguir la misma estrategia en sus instrumentos musicales.
La Autoridad para la Competencia mencionó en un comunicado que sus conclusiones sobre Fender eran, de momento, provisionales, y que espera el pronunciamiento de la compañía. Si finalmente se les aplica una multa por las mencionadas irregularidades, ésta podría ser de hasta un 10% de su facturación mundial, que el año pasado fue de más de 500 millones de dólares.
No será la primera vez: Fender ya tuvo que hacerle frente a una multa de 25.000 libras el pasado mes de marzo, por ocultar documentos durante una inspección a mediados de 2018, inspección que estaba relacionada con este mismo procedimiento.
El caso de Casio fue más sangrante aún: la CMA dio por probado que el fabricante japonés presionaba ilegalmente a las tiendas para que vendieran sus teclados y pianos a precios mínimos, no dejándoles hacer ofertas ni rebajas por debajo de dicho precio, al menos durante los años 2013 a 2018. De hecho, Casio llegó a instalar un software que monitoreaba los precios en tiempo real, para detectar aquellos casos de venta de sus instrumentos musicales a la baja, y penalizar a las tiendas que lo hicieran. Portavoces de Casio dijeron que ahora habían cambiado esta práctica, y que cumplían escrupulosamente la ley, de forma que cualquier tienda puede hacer ahora el descuento que le apetezca.
La práctica de ofrecer rebajas es algo muy habitual y que ha ido en auge con la aparición de internet, puesto que facilita que el consumidor pueda comparar precios de un mismo producto, y decidir por el que esté más barato. Sin embargo a las compañías no les agrada porque reduce sus márgenes de beneficio y da una sensación negativa sobre la imagen que el cliente percibe de ese producto.
Esta es una práctica muy extendida en sectores como el de la relojería, en donde firmas suizas aumentan artificialmente sus precios para darle la sensación al comprador de que el reloj que adquiere es mucho mejor que el de la competencia.
| Redacción: Duraderos.cc / Duraderos.blogspot.com
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