Ahora que se acerca el otoño y llegan los fríos, los productos y complementos vitamínicos van a tener su temporada de mayor número de ventas. Por ello creo que es la fecha ideal para analizar dos de los los productos especializados de ese tipo más populares y conocidos: el Redoxon Doble Acción, y el Redoxon Complex, ambos de la multinacional química Bayer.
El Redoxon Doble Acción tiene dos únicos principios activos: la vitamina C (en forma de ácido L-ascórbico) y el zinc (en forma de citrato de zinc). Estos dos componentes son utilizados para reforzar el sistema inmunitario, y de los cuales llama la atención la enorme cantidad de vitamina C por comprimido: nada menos que 1000 mg., por unidad. Teniendo en cuenta que de vitamina C diariamente necesitamos (como promedio, en valor de referencia) 80 mg., Redoxon Doble Acción nos aporta en cada toma nada menos que el 1250% de esta vitamina, de manera que cuidado con abusar de este medicamento (o complemento, aunque en realidad son medicamentos, porque es así como eran denominados antes, aunque por ley ahora se les obligue a llamarlos con el rimbombante nombre de "complementos alimenticios") porque puede dañar nuestros riñones (niveles elevados de vitamina C pueden crear cálculos en el riñón).
Respecto a Redoxon Complex, éste producto se destaca por aportar una serie de vitaminas y minerales para periodos en donde necesitemos reforzar nuestra alimentación, como convalecientes o, muy puntualmente, en la práctica de deportes intensos, para picos de actividad. Sus ingredientes están más equilibrados, aunque el aporte de vitamina C es bastante importante (el 250%), así como de vitamina B1 y Niacina -también llamada vitamina B3 o vitamina PP- (el 300%, en ambos casos).
La presentación de ambos productos de Redoxon es en tubitos (aunque hay otras formulaciones disponibles, pero aquí nos centraremos en este formato), conteniendo 15 pastillas efervescentes, que ha de tomarse -una al día, obviamente- con el desayuno (no es conveniente tomarlos en ayunas). Llama la atención dos cosas: la primera, es que las pastillas de Redoxon Complex son mucho más grandes que las de Redoxon Doble Acción y, por lo tanto, el envase es bastante mayor. La segunda es el precio: ambos productos cuestan lo mismo, alrededor de 10 €, lo que es muy llamativo porque el Redoxon Doble Acción tiene muchísimos menos ingredientes que el Complex, así que uno no puede menos que preguntarse: ¿tan cara se ha vuelto la vitamina C como para que, ella sola, cueste tanto como un complemente con trece vitaminas?
Centrándonos en su disolución y toma, los Redoxon Doble Acción tienen un magnífico sabor "a anaranjado", y se disuelven bien incluso en un poquito de agua (la mitad de medio vaso ya suele ser suficiente), no así los Redoxon Complex. El Complex tiene un color más fuerte y un sabor mucho más desagradable, a químico. Si bien dicen los de la alemana Bayer que le han puesto aroma de naranja y de fruta de la pasión, es más bien como si te estuvieras tomando un vaso de sodio radiactivo, se nota el químico al instante y deja un regusto muy desagradable que produce escalofríos, de muy mal sabor, aunque no deja, bien es cierto, resquicios de mal gusto en la boca. Además, el Redoxon Complex tiende a dejar posos en el vaso muy asquerosos, "sucio" y grumoso, que te hace evitar apurar el sorbo y tirar parte del contenido. Por si fuera poco, y a diferencia del de Doble Acción, el Redoxon Complex necesita realmente medio vaso de agua (o más) para hacerlo "digerible", ya que es muy denso.
Bayer le ha puesto un agente antispumante en la pastilla, porque produce enorme cantidad de espuma (aunque luego desaparece por el mencionado ingrediente). Es, por tanto, mucho más "bebible" y placentero tomar el Redoxon Doble Acción, el cual casi parece un refresco o un zumo de naranja, que el Redoxon Complex, el cual parece que te estés tomando un mejunje químico bastante nauseabundo y, si no le pones una cantidad notable de agua, llega a ser incluso lechoso.
Conclusiones.
Como cualquier medicamento (insisto: estos lo son) debemos tomar ciertas precauciones, ya que por lo general, con una alimentación sana y cierto ejercicio físico, no necesitaremos estos complementos. Solo en caso de estados de carencias o en episodios muy específicos puede ser aconsejable recurrir a ellos. Insistir una vez más en lo dicho anteriormente respecto al Redoxon Doble Acción: la cantidad de vitamina C que incorpora es muy grande, así que evitemos tomarlo demasiado habitualmente, puesto que un exceso de vitaminas puede dañar ciertos órganos y puede ser también tan perjudicial como su carencia.
En el mercado la competencia más directa la encontramos en Leotron, un complemento de la multinacional Angelini que, en mi opinión, aunque son algo más baratos, están bastante por detrás de Redoxon. Porque si Redoxon tiene un sabor desagradable y una presentación -sobre todo el Complex- algo "asquerosa", no os quiero contar el Leotron, que además de deshacerse peor y dejar más "burbujas", su sabor es espantoso.
| Redacción: Duraderos.esRevistas.com