¿Te acuerdas de Crube? Seguro que sí. Yo solía usar sus zapatillas, hace muchos años (y me gustaban bastante, por cierto). Era una de esas marcas españolas, no tan renombrada como Jhayber o Yumas, pero que solía tener una relación calidad/precio muy competitiva y, además, con diseños realmente atractivos.
La empresa nació en el año 1972, y son las iniciales de sus fundadores, Cruz Pascual (la "Cru" de Crube) y su esposa, Begoña García (la "Be", en este caso). En el año 2004 CRUPASGA, S.L. la adquiere con el fin de aprovechar el conocimiento popular de la marca y llevarla al mercado. Ya os imagináis la película, porque lo hemos visto un montón de veces: traer productos de China baratos y de mala calidad, pero venderlos tirando de la fama que tenía la marca (la marca original, me refiero) antes.
Pues como suele pasar en estos casos, lo barato sale caro, y un buen ejemplo de ello es que las autoridades de Consumo han tenido que impedir la comercialización y, por lo tanto, prohibir su venta, a dos modelos de sus sandalias venidos de China. En concreto se trata de los modelos con referencias 6046 y 6037. La causa es que el contenido de sustancias con cromo, que son muy peligrosas porque pueden producir (o agudizar, si se tienen) alergias, es muy superior al permitido.
No sabemos cuanta proporción de ese metal le han puesto, porque la agencia española -al contrario que la europea, que sí lo publica- no difunde esos detalles, pero el hecho de que se haya prohibido su venta y, en caso de haberlo hecho, haber obligado a la retirada del producto en los comercios, es un buen indicativo de que este tipo de marcas ya no son ni mucho menos lo que eran. De hecho, de "lo que eran" solo llevan el nombre, y nada más.
| Redacción: Duraderos.blogspot.com
Una pena que estas empresas recurran a lo fácil, de mantener la marca, y vender productos de bajísima calidad que cuestan 2€ por 10 o 20 veces más, sin aportar ningún valor, ni ningún control.
ResponderEliminarSeguro que ni ellos mismos calzan sus productos, y eso es señal de que ni los conocen, ni los aman, ni quieren que mejoren.
Para ser justos, es probable que antes de mudar la producción a China: 1. no existían los estándares de calidad de la Unión Europea, que revisan cosas como el cromo "por alergias". 2. de haberse dado una requisa, la "autoridad de consumo" probablemente no le hubiera dado la publicidad que recibe hoy.
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