Hace unos días mi fiel compañero el bastón de trekking se dañó seriamente. Los bastones con sistema de ajuste y apriete atornillado son los más baratos del mercado, y son los que puedes encontrar en casi todas las tiendas generalistas, y ésto es por algo: porque muchos te pueden durar un fin de semana.
Como el problema que a mí me ocurrió es muy común, os lo voy a describir y luego explicaré una manera de solucionarlo para que, llegado el caso, podáis reparar vosotros mismos el bastón y evitéis tener que tirarlo a la basura. Además, aproveché también para engrasarlo, así que esta es también una ocasión propicia para poneros cómo se lubrica un bastón de éstos.
Si bien es cierto que exteriormente muchos de estos bastones son de aluminio, el mecanismo de compresión, ajuste y roscado se compone de partes de plástico, de acero y en muchos casos hasta de latón. Si por la fricción y por el apoyo constante la pieza de plástico (la que veis en la imagen en color rosa, aunque en las fotos parece más bien roja) se desgasta, no hay otra solución que o bien hacer un apaño y dejar el bastón fijo, o tirarlo, porque esa pieza (en muchos de los bastones baratos) no es sustituible, no se puede extraer sin dañar el vástago del tornillo (es un conjunto que va remachado, una vez desarmado no se puede rearmar). Además, tampoco hay sitios donde la vendan suelta como recambio, o al menos yo no conozco ninguno.
Pero ese no es el problema que yo tenía porque, como veis, la pieza de plástico flexible está en un estado muy bueno.
Este tipo de bastones de trekking funcionan de este modo: al girar la sección del bastón, las paredes interiores del tubo de aluminio hacen fricción sobre la pieza de plástico (por eso no conviene engrasarla o, en su caso, secarla bien tras el engrase), y ésta es solidaria a su vez con una tuerca que va en su parte interior. La tuerca va atornillada a un tornillo que, al girar sobre él, hace que la pieza exterior de plástico (la rosa) descienda.
En la parte inferior del tornillo existe un trozo de plástico en forma de cono, cuando la pieza "rosa" llega a él, sus lados se expanden (la pieza rosa de plástico, como veis, tiene una abertura en sus lados para este fin) y presionando a su vez con las paredes internas del bastón, haciendo de retén y bloqueando la sección del bastón.
¿Cual fue mi problema? Bueno, desplegué parte del bastón y lo apreté para fijarlo. Pero en el camino había muchas piedras y, al apoyarme fuertemente en una, el bastón cedió. Esto pasa mas habitualmente de lo que podáis pensar, así que mucho cuidado y apretad siempre todo cuanto podáis cada sección del bastón al desplegarlo.
Cuando me puse a apretarlo de nuevo, el bastón no se bloqueaba, era como si la rosca se hubiera "pasado". Lo que ocurrió es que, al ejercer fuerza en el apoyo, la tuerca se desplazó y, como la rosca del tornillo es muy débil (los tornillos de estos bastones son de muy mala calidad), la tuerca se llevó por delante una de las vueltas de rosca y se quedó trabada en la misma. De esta forma la tuerca no se movía y, por tanto, el retén de plástico no giraba sobre el tornillo.
Tras desarmarlo (por cierto: las secciones se retiran aflojando cada tramo al completo, y luego tirando de cada sección hacia afuera) e intentar solucionarlo sin lograr ningún avance, lo que hice fue echar sobre la rosca aceite 3en1 y dejarlo penetrar durante toda la noche, poniendo el bastón ladeado para que el aceite rezumara hacia afuera y no sobre el cuerpo del bastón.
Mi intención era hacer que la tuerca girase y, al hacerlo, con un poco de suerte su propia rosca "redigiría" y rehacería la rosca del tornillo. Pero para hacer eso tenía que lograr sostener el bastón con la suficiente fuerza para que no girase, algo muy complicado y que requería algún tipo de herramienta. Cogí una llave de mordaza que tengo para las reparaciones de la bici, y con ella fijé fuertemente el tornillo, teniendo cuidado de apresarlo por el lado de metal y no por los lados de la pieza rosa de plástico, para no dañarla. Con unas alicates de tamaño medio presioné la parte alta del bastón, y giré la mordaza. Al principio me costó mucho trabajo pero poco a poco logré que la tuerca se fuera desplazando y rehaciendo por sí misma la rosca. Cuando comprobé que giraba ya sin esfuerzo la liberé.
Tras secar bien el aceite que había puesto la noche anterior, para la rosca y el tornillo le puse unas gotas de aceite muy poca viscosidad, usé el mismo que tengo para el cableado de la bici, aunque sirve cualquier aceite de baja viscosidad, como los de máquinas de escribir. Lo que hay que tener precaución es no pasarse porque entonces podemos hacer que la sección no se fije en cada tramo del bastón. Por supuesto, si está sucio el bastón antes de lubricarlo hay que limpiar.
Consejos para mantener el bastón en buen estado:
- Aprieta bien y con fuerza para fijarlo una vez desplegado. Si no lo haces puede causarte un accidente o/y dañar el mecanismo de retención (al recibir la tuerca todo el peso).
- Si guardas el bastón plegado tras cada uso, conviene que lo guardes sin tenerlo tensionado y con el sistema de bloqueo aflojado, para alargar la vida de las piezas internas de plástico.
- No engrases las piezas de fricción de plástico o/y goma.
- Limpia el bastón periódicamente y verifica sus tramos antes de cada uso.
- Si dispone de sistema anti-shock, sus muelles se engrasan con grasa consistente, no con aceite, pero cuidado no excederse.
- Una gran mayoría de personas extravía los tacos por usarlos en terrenos donde se pierden, casi siempre al quedarse "pegados" en el barro o atrapados entre piedras. Entre barro o piedras es más conveniente utilizar la punta metálica.
- Ten cuidado con las puntas metálicas si transitas por ciudades y pueblos, pueden quedarse atrapadas entre las rejillas de las calles o en grietas de las aceras y doblarse. En pavimentos usa el taco de goma o lleva el bastón plegado en la mano.
| Redacción: Duraderos.blogspot.com
No hay comentarios :
Publicar un comentario