Estuche de marcadores a color de Mr. Wonderful


La licencia de Mr. Wonderful vende casi de todo. Y decimos "vende" porque ellos no fabrican sus propios productos, los diseñan y los distribuyen, mientras que de la fabricación se encargan otros (la mayoría de las veces subcontratas chinas). Pero aprovechándose de leyendas y frases resultonas han encontrado un filón que incorporan a los productos más insospechados. En esta ocasión, uno de esos productos es este bonito estuche. Bonito, pero no demasiado práctico, a decir verdad.

Lo de práctico viene a cuento de que son tan particulares sus dimensiones, que no lo podrás "reaprovechar" en otras cosas. Hubiera sido genial poder introducir elementos de escritura, algún pequeño cuaderno de notas o bocetos, e incluso reaprovecharlo para funda de móvil, pero nada más lejos de la realidad. Por medidas, es mucho más pequeño que un lápiz, así que ni eso podrás llevar. Está pensado - y bien pensado, es inaudito lo mucho que deben romperse el coco esta gente para obligar a que uses sus productos y solo los suyos, mientras que en otras cosas que deberían ser realmente importantes ni se preocupan - a que en él solo entren "bien ajustaditos y en sus medidas" los marcadores o, como ellos los llaman, subrayadores de su propia marca.




En total nos ofrecen cuatro en los tradicionales colores básicos: amarillo, rosa, violeta y azul. Todos ellos son tonos pastel muy suaves, que sinceramente se agradecen, porque no molestan tanto como otros subrayadores de otras marcas. Como producto chino, la calidad sin embargo no es muy buena. En nuestra unidad por ejemplo, uno de los subrayadores venía bajo de tinta, y en otro el capuchón no encajaba demasiado bien, mientras que otro de ellos, iba demasiado apretado. Esto suele ser la tónica habitual, y no nos sorprende, de estas marcas que dejan la producción a terceros con poco o, a veces, con ningún control de calidad ni de acabado por parte de la firma que los encarga, como en este caso es Mr. Wonderful.

Mencionar además las tintas de los subrayadores, que si bien tiene la ventaja de ser un tanto pálida, daña demasiado el papel y lo deteriora (lo llega a arrancar), probablemente por su excesiva base acuosa.


Así, como en todos los productos de Mr. Wonderful, tenemos unos bonitos subrayadores, muy lindos y "chic" en su estética, pero que son solo eso: apariencia. El paquete en el que van incluidos, fiel a la filosofía de la marca, tiene un olor perfumado que a veces resulta hasta pesado, aunque supongo que con el tiempo se acabará yendo. También tiene un acabado con tonos arcoiris, fiel a su imagen tan infantiloide.

Siguiendo con el estuche, la cremallera va firmada por el mismo Mr. Wonderful, lo que indica claramente que es también de marca blanca (Mr. Wonderful no fabrica cremalleras, obviamente, así que no puede ser otra cosa). No obstante tiene buen tacto, aunque los acabados del plástico se muestran ya a primera vista demasiado delicados y poco duraderos. Por si todo ello fuera poco, el estuche tiene muy poca abertura y, al ser tan específicamente diseñado para las medidas de esos cuatro marcadores, acceder a ellos es bastante molesto, porque van metidos "como a presión", empujados contra el plástico del estuche por otro plástico que hace de soporte.


En definitiva, este es otro de esos productos donde uno paga, sobre todo, la marca, pero encima y en este caso, una mala marca, porque no tiene ninguna calidad. Carece de cualquier ventaja, excepto lo "chachis" de sus empalagosos slogans, que supongo que lograrán encandilar o, mejor dicho, engañar, a niñas colegialas y poco más. Lo peor es que ni siquiera el estuche es reaprovechable para ninguna otra cosa en que lo quieras usar que, insistimos, aunque solo fuera eso, tal vez merecería la pena "soportar" sus auténticamente horrorosos subrayadores.








| Redacción: Duraderos.cc / Duraderos.blogspot.com

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