Probamos las pastillas de jabón de Nelia


Hace tiempo que buscaba unas pastillas de jabón de la marca Nelia. La recuerdo porque era la marca que solía comprar mi madre, hace ya muchos años, en el supermercado del barrio. Sin embargo ahora en la mayoría de estos sitios tienen jabón de tocador de muy pocas marcas, principalmente La Toja, Heno de Pravia y marcas blancas.

Hace unos días estuve mirando en grandes almacenes, descubriendo que seguían la misma tónica: marcas blancas y muy poca variedad en jabón de tocador. Supongo que este tipo de productos de limpieza no están precisamente en su mejor momento. Así que ayer me sorprendió una chica con un curioso regalo: pastillas de jabón de Nelia, originales, de la última "hornada" de esta firma -ahora hablaré de su historia-, que había encontrado en su perfumería favorita.




La marca Nelia es histórica en España. Inicialmente en manos de la madrileña Gal, pasó a manos de la "Puig Beauty and Fashion Group" cuando ésta compañía catalana se hizo con el grupo de perfumería Gal a mediados de los 90, en 1995. Sin embargo cuando Marc Puig toma el control de Puig, comienza una serie de profundos cambios en Puig: su nombre cambia del "Puig Beauty and Fashion Group", a denominarse, simplemente, Puig. A la par, se van deshaciendo de varias de sus marcas más conocidas: Maderas de Oriente, Lina Bocardi, Misslyn..., y entre ellas, también, Nelia. Así se funda la "Nelia Internacional Cosmeticos S.L.", con domicilio social en Roquetas de Mar (Almería) -anteriormente denominada "Alcanzando un Sueño, S. L."-. Os preguntaréis por qué este cambio de ubicación: la razón es que la adquiere Agrupaejido, una firma de la familia Guillén que hasta entonces se había dedicado al mercado de las frutas y de las hortalizas, pero que decide entrar en el mundo de los cosméticos. Qué mejor que usar un nombre tan conocido como el de Nelia y así, la que había sido una denominación de jabón en Gal, es ahora una marca en sí misma. Bajo Nelia, y también de Puig, adquieren también "Lina Bocardi", "Maderas de Oriente, "Pinaud", "Misslin", "Nelia", "Vf" y "Kopos".

Algo que llama la atención es que, si miramos el envoltorio del jabón, vemos que no aparece una dirección de Almería por ningún lado, sino de Cataluña. La razón es que, al contrario que Puig, en Agrupaejido no tenían centro de producción propio (ellos se dedican a los tomates, berenjenas, pimientos, y distintas verduras...), por lo que inicialmente tuvieron que externalizar la producción, encargándosela a terceros.


"Alcanzando un Sueño", una compañía que inicialmente estaba destinada a la producción y gestión de películas de cine y televisión, series, etc., (el Grupo Agrupaejido intentó diversificarse en las materias más variopintas, como inversiones, inmobiliarias, o exportación-importación), se utiliza como compañía para adquirir Nelia y las distintas firmas de Puig, y en 2008, cuando el proceso de adquisición termina, se cambia su objetivo social a productos de droguería y cosméticos. Ya con Nelia en sus manos y todos sus derechos, los directivos de Agrupaejido deciden -acertadamente- convertir "Alcanzando un Sueño S. L." en la "Nelia Internacional Cosmeticos S.L." que conocemos hoy. Mientras tanto, deciden establecer la marca -no solo fabricando productos de Nelia, sino de las demás marcas que adquirieron- en Barberá del Vallés, en el polígono industrial Santiga. Puig, por su parte, decide abandonar buena parte de ese mercado de gran consumo, y centrar sus esfuerzos en productos elitistas que le den más rendimiento y un margen de beneficios más amplio, y a partir de ahí apuestan decididamente por el marketing y la publicidad. Desvinculada totalmente de Puig, ahora Nelia, ya como marca propia, adquiere dos naves (la 1 y la 3) en el Edificio Laintor (Carrer Serra de la Salut, 11), bajo la denominación Nelia Richground, S. L. La razón es que Richground, S. L. es otra de las firmas de Agrupaejido, también dedicada a los cosméticos. Aunque hay poca información sobre si fabrican o no allí ellos mismos los productos, parece ser que algunos sí los hacen ellos mismos, y la intención en todo caso es llegar a ser ellos productores al 100% en España, aunque de momento algunos de los productos que comercializan se los siguen fabricando terceros.

Por lo tanto Nelia, de ser un simple producto de jabón como decíamos antes, se ha convertido en marca propia. El diseño apenas ha variado en estos años, sigue teniendo ese bonito color rosa tan identificativo y el aroma, de suave perfume a rosas, es francamente evocador, un aroma que siempre me resultó tremendamente romántico, no como en La Toja, que tiene un aroma que cuesta identificar (a mí me huele a plástico).


Las bondades del jabón Nelia no solo son esas, sino que, además, tiene un precio muy competitivo, y casi siempre vienen en un pack de tres donde una de las pastillas es gratis.

Volviendo al envoltorio, es curioso que incluya mucha información, pero debe ser de los pocos productos en los que ni hay información de página web, ni iconos de redes sociales. Como si en su exterior se hubiera detenido el tiempo. No es ni bueno ni malo, pero resulta llamativo.


Algo a destacar a su favor, y que no he visto en otros jabones, es que en Nelia se nos informa de la "fecha recomendada" de uso. El símbolo que veis con una especie de "botecito abierto" y la leyenda "12M" indica que, una vez abierto el envase y puesta a la intemperie la pastilla de jabón, ésta mantiene sus propiedades durante doce meses (un año). Tras ese tiempo, las pastillas pueden perder sus efectos hidratantes, cambiar su textura, o ser atacadas por bacterias. En todo caso un año en nuestro tocador es tiempo más que suficiente como para haber gastado una pastilla de jabón (y varias), y creo que es una información que debieran incorporar todo este tipo de productos puesto que, aún contando con una vida bastante longeva, fuera de su envoltorio no son inmunes a las condiciones y agresiones del ambiente.

Es una lástima que el jabón Nelia sea en nuestros días tan difícil de encontrar y los consumidores no puedan aprovecharse tanto de su competitivo precio, como de un producto que, a diferencia de la mayoría de marcas blancas de los centros de ventas, está hecho en España. Probablemente tanto cambio de manos no ha favorecido para nada su distribución, y seguro que a Agrupaejido le queda todavía un camino muy largo por recorrer. No obstante hay que reconocer, y agradecer, su esfuerzo, para que una marca tan histórica y tan nuestra continúe en el mercado, en un tiempo en donde la competencia asiática es feroz, y las marcas de renombre o desaparecen (como Gal) o se pasan al segmento del lujo (como Puig) donde los beneficios, con el mismo esfuerzo, son mayores. Por fortuna aún hay compañías que siguen apostando por el mercado genérico y, no sin dificultades, están dispuestas a arriesgar para ofrecer unos productos cosméticos de la calidad de siempre de Nelia. Ojalá las cosas les vayan muy bien por muchos años.




| Redacción: Duraderos.esRevistas.com