Cómo conseguir un afeitado apurado tras muchos días


Como algunos de vosotros seguramente, básicamente diré que odio afeitarme, de manera que intento espaciar los afeitados lo máximo posible. A veces suelo afeitarme cada dos semanas o más. Por supuesto, a la hora de afeitarse es imposible con semejante barba usar una maquinilla eléctrica, a no ser que uno recurra a usar el peine de corte y se arriesgue a dejar todo a su alrededor (y su propia cara y ropa) lleno de molestos pelillos punzantes, algo que, obviamente, es un engorro (y un peligro).

Por eso, y con la ayuda de Guti (que es quien me ha incitado a meterme en todo este "fregao"), desde hace tiempo opté por elegir el afeitado clásico. Por supuesto las maquinillas clásicas, incluso las mejores cuchillas, están preparadas para una barba "lógica y normal", no para barba de varias semanas. Así que, con el paso del tiempo, a costa de "prueba y error" y de leer artículos especializados en donde aprender, he ido consiguiendo un afeitado con el cual puedes apurar muchísimo, quitar "de delante" lo más pronto posible el horrible mal trago de tener que afeitarte y, a la vez, liberarte de él durante muchos días, pudiendo pasar algunas semanas sin preocuparte de "cortarte la cara".




Como una maquinilla de cuchillas no es suficiente (la mayoría no logran acabar el afeitado, o si lo hacen es a costa de cortes y/o irritarte inevitablemente la piel), para afeitarme uso dos cuchillas. Por razones de ahorro (y también de ecología) una de ellas es clásica, y la otra multihojas. De multihojas he probado varias, y la que mejor va sin lugar a dudas es la Xtreme3 o Extra3 de Wilkinson, por lo que os la recomiendo. Huid como de la peste de esas desechables baratas que hay por el Mercadona o por tiendas de los chinos: no aguantan nada, y el filo se va en un momento. Las Extra3 son desechables también, pero si queréis podéis adquirir los cabezales a parte, porque pueden separarse fácilmente, y de esta manera aprovecharéis el resto de la maquinilla de plástico (la cual me encanta: es ligera, y tiene un diseño muy anatómico y cómodo).

Tras aplicar la espuma (o lo que uséis, en vuestro caso), proceded a afeitaros las zonas más "delicadas" con la multihojas, como la zona alrededor de los labios y "bigote". Esto es así, además, porque la multihojas llega mejor a rincones y puedes manejarlas en grados mucho más complicados que la clásica. Tras ello, seguid cortando por la barbilla y el cuello, para luego pasar a la clásica.


Con la clásica, usando ambos lados, puedes afeitarte al completo (unas cuchillas suelen durar para tres o cuatro veces), dependiendo de sus usos. Para rematar volved a recurrir a la multihojas, que gracias a sus bandas lubricantes, además, permiten un acabado más relajante.

Entre tanto un buen consejo es que no sacudáis la cuchilla "al aire" para dejarla "seca", porque os molestará más y lubricará menos. Tras aclararla en un recipiente con agua tibia o caliente, pasad directamente a seguir afeitándoos con la maquinilla aún "empapada", eso hará que se deslice mejor y -si usáis jabón o espuma- evitará que la espuma se reseque.

Este procedimiento es, con mucho, la mejor combinación que he encontrado para "quitarnos de enmedio" lo más deprisa y corriendo el molesto proceso de afeitado. Un proceso en el que, dicho sea de paso, si quieres acabar pronto lo mejor es no correr, porque en esto, como en tantas otras cosas, ¡si quieres hacerlo rápido tendrás que ir lento!



| Redacción: Duraderos.esRevistas.com