El mercado de los móviles low-cost a examen: los otros "clónicos" de Telefunken


Mi lucha por desenmascarar móviles "chinorros" me ha llevado a descubrir resultados insospechados, algunos verdaderamente llamativos.

Por ejemplo, he podido confirmar que, al igual que la mayoría de relojes digitales (a excepción de Casio y Timex, que son manufactura propia), en estos teléfonos móviles ocurre que los produce un proveedor chino, y luego los remarca. Es decir, internamente es el mismo móvil que puedes encontrar una vez llamado de una manera y, otras, de otra. Son móviles tan fáciles de adquirir que incluso los llegan a vender bajo marcas de tiendas, así nos encontramos con móviles de este tipo comercializados (y con marca) como Haier, o directamente a través de los operadores, como Orange o Vodafone.




Por otro lado, sus componentes son los más bajos que en el mercado nos podemos encontrar -algo que es obvio, dado su precio-, con chips fabricados por los chinos de Spreadtrum (un vano intento, tan habitual de los chinos, en querer parecerse a una marca conocida estadounidense, en este caso a los Spectrum), donde abundan los de las series SC6815 y SC6820.

Su firmware, hecho "ad hoc" para montarse en dispositivos de ese tipo, es tremendamente básico, en muchos de ellos -como en el caso de Telefunken- no puedes contar siquiera con mensajeria MMS, siendo en todos ellos los menús muy básicos y sin posibilidad alguna de personalización.

Otro de los detalles que son comunes entre sí son las guías y manuales. Parece ser que el desarrollo del firmware hubiera sido completamente independiente del manual y es como si en China, por una parte, estuvieran desarrollando y testeando su firmware, y en la marca distribuidora de Europa se encargase de la redacción del manual. Solo así se explica que la mayoría de menús y funciones no aparezcan en su manual, y tenga uno que descubrir por sí mismo qué son y qué hacen. De hecho hasta las imágenes de sus displays que suelen aparecer en sus páginas web oficiales no son reales, probablemente porque los diseñadores que se encargaron de hacer la home no sabían ni cómo iban a ser los displays de los móviles, de forma que se los tuvieron que inventar. A veces dan el pego, pero en otras son una auténtica chapuza, con números redimensionados, tipografía inventada y un aspecto general radicalmente diferente al que te encuentras cuando enciendes el teléfono móvil. Y esto ocurre en la mayor parte de los casos con todos estos fabricantes y en todos sus modelos.


Algo hilarante es cuando descargas el manual de su sitio web oficial y te pone: "si desea el manual más detallado, esté disponible en la página oficial", ¡pero si es precisamente ése el manual de su página oficial! Lo dicho: escandaloso. Y escandaloso también que las autoridades de consumo europeas permitan que estos dispositivos se vendan tan tranquilamente en el mercado, sin control alguno. Por lo menos, y si no pueden impedir su comercialización, deberían venderse con una completa lista de advertencias, para que el consumidor no se lleve a engaño.

A continuación pasaré a desglosaros algunas de las marcas, clónicas entre sí, que comparten el mismo teléfono móvil e idéntica tecnología. Es decir, la única diferencia que verás es la del logo exterior, por dentro suelen ser el mismo móvil; cuando no idénticos.

- Thomson. Con esta marca han hecho lo mismo, calcado, que con Telefunken. De Thomson solo tienen el nombre. La firma -también francesa, por cierto- ADMEA adquirió la licencia a sus dueños (Technicolor, S.A.), que la han licenciado para sacarle beneficios pero que en realidad ya no son fabricantes. Como ocurre en Telefunken, han querido aprovechar un nombre famoso con la sola idea de atraer público y hacer de sus productos chinos algo más interesante.

Es muy habitual que, en lugar de dejarlas morir, marcas de renombre sean mal utilizadas y desprestigiadas de esta forma, acabando con su anterior buena fama de un plumazo.

Como un ejemplo de todo esto, tenemos el teléfono móvil Thomson TLINK28, el cual es un clónico sin paliativos del Telefunken TM10, incluso hasta en la manera y sistema de intoducción de las tarjetas SIM.


- Telefunken. Ya hablé de ella con ocasión de la review que le hice al Telefunken TM10.2 (y su gemelo, el Telefunken TM10.1). Esta "nueva" Telefunken no tiene nada de la mítica Telefunken germana original, a excepción de que han adquirido los derechos del nombre, y así poder usarlo por la francesa SOPEG. Es lo mismo que han hecho en ADMEA con Thomson.

- Philips. Otra firma tanto o parecida. Aunque Philips continúa viva, y es manufactura de electrónica (podemos encontrar aparatos de radio, televisores, e incluso relojes inteligentes bajo su marca), no debemos caer en el engaño: la división de teléfonos móviles actual, aunque se comercialicen bajo su marca y con su logotipo, no es de ellos. En 2006 la vendieron a los chinos de CEC (China Electronics Corp), los cuales aprovechan el buen nombre y fama de esta firma holandesa para "colarnos" sus móviles. Aunque en descarga de ellos hay que decir que desde 2001 ya les venían fabricando los móviles a Philips.


- Alcatel. La mayoría de estos fabricantes chinos con teléfonos de bajo coste y clónicos, son franceses (no me preguntéis por qué). La gran mayoría, además, suelen reconocerse por utilizar estética calcada en sus teléfonos (cambian colores y logotipos, pero en todos ellos veréis algo común, y lo cual es una pista para reconocerlos fácilmente: un botón dedicado a la linterna, un reproductor con el mismo diseño, y los mismos botones inferiores para el sonido, además de una tecla de navegación central cuadriculada). Además, todos suelen compartir el chip de Spreadtrum. Alcatel nunca fue una buena marca de móviles, pero al menos eran baratos. Ahora a todas esas desventajas se unen el que, encima, son clónicos o "marca blanca".

- Echo: Otra marca francesa más que produce en China móviles de bajo costo, de la cual poco hay que decir. Su página web ya dice bastante sobre ellos, con nula información. Y cuando alguien trata de ocultar datos o no dar información ni en su propio portal, es porque lo poco que pudieran decir les interesa más mantenerlo escondido que mostrarlo.

- Wiko: Esta marca muy probablemente la conozcáis, porque tiene mucha difusión últimamente. Ofrece una gran variedad de estos móviles, todos ellos a precios rompedores. Es otra compañía francesa, aunque en este caso son propiedad de los chinos de TINNO Mobile Technology Co.,Ltd.


- Brigmton: ¿Quién no conoce a Brigmton? Éstos son españoles, es una marca bastante popular en el segmento "low cost" peninsular (aunque antes no se le llamase así), de Ferson Electrónica, S.A., una firma afincada en Sevilla (con sucursal o representación también en Valencia). Poseen infinidad de smartphones, e incluso drones, pero también tienen móviles convencionales, como el Brigmton BTM-1 aparecido hace pocos meses. El móvil es "puro chinorro rastrero", típica configuración china "low cost" en la botonera, y en su manual ni siquiera han tenido la decencia de poner la tasa de SAR del aparato (algo que por ley estan obligados a hacer). O sea, como las francesas, de española solo tiene el nombre, toda la producción se la hacen también los chinitos.

- Funker: Termino con Funker, aunque podría seguir otro rato más. La lista de móviles clónicos chinos, como te puedes imaginar, es un empezar y no acabar, porque cualquiera puede fabricar uno: es simplemente llamar a China, pedir una remesa de varios miles, y que les pongan tu logo. De hecho el Funker C50 Easy es una interpretación del Brigmton BTM-1. ¿Y quienes son éstos de Funker? Bueno, en realidad la compañía se llama Funkertech, pero tal vez los chinos les cobraban por palabra en el logo, y decidieron ahorrarse un dinero haciéndoles estampar solo "Funker". Detrás de esta marca están los zaragozanos de CMR, S.L., una tienda en el Paseo de Teruel que puedes encontrar como CMR Components, C.M.R. Componentes, CMR Computación, CMR Electrónica... o alguna denominación entre medias, según interese en cada caso. De hecho su soporte al cliente da pena. Bueno, para no faltar a la verdad diré directamente que no tienen soporte alguno, te dicen gentilmente que te pires a la tienda y les des la lata a otros, que una vez vendido su móvil o lo que sea, allá te las arregles con él y si no lo quieres lo tires por una alcantarilla. Te emplazan, eso sí, a un servicio que ellos llaman "de asistencia técnica directa" en el cual te cobran de antemano, esté el móvil averiado o no, o en garantía o no, diez euros "por gestión". Un morro que se lo pisan, vamos. Un ejemplo más de que cualquiera, con una tiendecita, puede pedir un cargamento a China con la marca que le apetezca y vender sus propios móviles.

Tengo que reconocer que al menos los franceses dan soporte (cutres guías y fichas de producto y de SAR, pero algo es algo); en España ni eso.


Con todos estos datos que os he estado explicando, y si aún no te has llevado las manos a la cabeza y te has quedado patidifuso (reconozco que yo, con algunas marcas, sí me he quedado; no esperaba encontrarme semejante desaguisado) podemos llegar fácilmente a una conclusión: si vas a adquirir un teléfono móvil, si puedes invierte un poco más en marcas conocidas como Nokia o LG. No recomiendo a Samsung porque ninguno de sus móviles de gama media o/y baja son buenos, de hecho antes de adquirir un Samsung mi consejo es que te arriesgues con uno de Thomson o de Telefunken, porque tendrás un mal móvil pero no pagarás por él un coste tan superior como en Samsung, ya que son mucho más caros, y al menos con esas otras dos marcas sabes que va a ser malo y que no puedes esperar demasiado.

Aparte de eso, el adquirir un móvil de una de estas marcas "de clónicos" solo puede responder a que, simplemente, nos guste esa marca por su historia o por su fama y antigüedad (que no de ahora, claro, ya que solo las usan bajo licencia pero no fabrican ellos los productos).


Yo os tengo que reconocer que como marca Telefunken me gusta, y me gusta mucho -históricamente, claro-. de manera que si te gusta la marca y quieres lucirla (o tenerla), pues al menos no tendrás que desembolsar mucho dinero por ella. Claro, si Telefunken los fabricase Telefunken "de verdad", y los Thomson ellos también, pues probablemente muchos no podríamos pagar el precio al que se venderían.

De hecho si llego a saberlo -y lo digo ahora, después de todas las horas que me he pasado investigando todo este asunto, que he estado pegado al ordenador durante dos días- hubiese adquirido la versión más baja del TM10, solo por tener su logo. Aparte de eso, no es buena idea hacerse con uno de estos productos porque realmente tienen muchos fallos y, o te desesperan, o aprendes a convivir con ellos.


Claro que, a la larga, uno debería reflexionar si le conviene adquirir un móvil más caro que puede que tenga otros fallos o peores (yo he tenido varios Nokia -algunos que se caían a pedazos-, Sony, y modelos de Samsung, con fallos peores que en el Telefunken, así que tampoco voy a poner el grito en el cielo).

Además, tengo que decir también que durante esta semana que lo he estado usando ya han sido dos personas las que me han dicho que, a pesar de todos sus inconvenientes, se lo comprarían. Una de ellas, harto de los táctiles, me confesó que realmente echaba de menos un móvil así y, la otra, ha tomado la decisión en firme de acabar con su contrato en Yoigo y pasarse a uno de estos terminales chinos.


Si están en el mercado, y si existen tantas marcas de estos clónicos, es porque realmente tienen un hueco y los venden. Aparte de eso, hay que reconocer que los franceses se lo han currado y han dado en el clavo "rescatando" a marcas muertas y haciéndolas revivir, como en el caso de Thomson o de la misma Telefunken que, de otra forma, no habrían tenido con su propia marca (desconocida y sin historia alguna en el mundo de la electrónica) el mismo éxito y reconocimiento. Cosa que, por ejemplo, no han hecho las compañías españolas, y ellas han preferido publicitarse a ellas mismas en una decisión, a mi parecer, un tanto egocéntrica y narcisista.

Porque, reconozcámoslo: ¿a qué fabricante español se le habría ocurrido adquirir a precio de saldo los derechos -que no patentes, me refiero solo derechos de uso como hicieron las francesas- de marcas tan reconocidas en el mercado español, como Radiola o Sonytron, para sus teléfonos móviles? A nadie, de hecho se han empeñado con sus propias marcas y han tenido que trabajar el doble (y con dudoso éxito) para hacerse un nombre que, si hubieran hecho como los franceses al adquirir Thomson, Alcatel o Telefunken, habrían logrado con un chasquido de dedos.


Creo que, sobre todo Telefunken en el caso de SOPEG, y Thomson en el caso de ADMEA, han partido con ventaja y el público no reconocerá sus móviles clónicos, porque ya se ocupan ellos muy mucho de no dar esa información, pero sí reconoce el logo y la marca, y eso atrae a mucha gente. De hecho ya veis, a mí me atrajo. ¿Os imagináis que alguien en España hubiera lanzado con ese mismo sistema, esos mismos teléfonos móviles bajo la marca Radiola, o bajo la marca Junkers? Y por poder pueden hacerlo, puesto que a los chinos les da igual ponerle e tu teléfono un logo que otro. El problema es que pienso que ya llegan tarde, y el mercado de estos móviles de bajísimo coste está ya bastante saturado.

| Redacción: Duraderos.blogspot.com

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