Mientras hacía unos últimos repasos al relato corto de "Carreras Callejeras", me he puesto a pensar en el enorme derroche de dinero que suponen las grandes producciones de cine como la que inspira parte de ese relato de acción. Seguro que alguno de estos datos os llamará la atención.
Pondré de ejemplo Fast & Furious 5 (conocida como "Fast Five", "Rápidos y furiosos" en latinoamérica, "A todo gas" en España). Esta película contó con un presupuesto total de 125 millones de dólares, lo cual no está nada mal. Sin embargo, a sus productores y ejecutivos les reportó unos increíbles beneficios, y es que lleva recaudados - se estrenó en 2011 - más de medio billón de dólares (si, habéis leído bien, medio billón).
La trama de la película transcurre, en la ficción, por las calles de Río de Janeiro en Brasil. Sin embargo en la realidad la película se rodó en Costa Rica, merced a que el gobierno de la isla les otorgaba un incentivo de 11 millones de dólares si rodaban allí. ¿Les compensó el asunto? Bueno, se estima que durante su rodaje la película dejó unos beneficios a la comunidad de unos 27 millones de dólares, entre noches de hotel, pagos a extras, etc. Claro que a cambio destrozaron media ciudad: se llevaron por delante farolas, marquesinas, y hasta destrozaron un árbol. Eso sin contar los daños en el famoso puente de Puerto Príncipe, que lleva a una base de los Estados Unidos. Esas reparaciones no están cuantificadas, y dado que Costa Rica no se menciona para nada durante todo el metraje, quizá la compensación no sea tanta.
Otros exteriores se rodaron en Atlanta, Estados Unidos. De hecho, allí se rodaron todas las escenas de la "base" abandonada que - en la película - los protagonistas tenían en Brasil. Como veis, nada más lejos de la realidad.
En Brasil solamente se rodó muy poco. Trabajaron tres equipos de filmación a la vez, uno de ellos se ocupó de tomar imágenes de exteriores de los lugares más representativos de Río de Janeiro, como la estatua de Cristo Redentor, o las favelas. Y hablando de favelas, toda la acción que transcurre en ellas no se rodó en las favelas brasileñas, de hecho el equipo "se montó" sus propias favelas, algunas generadas por ordenador, para simular las favelas reales brasileñas.
No fueron los únicos excesos. Se destruyeron durante la filmación más de 200 vehículos, algunos creados específicamente con los colores y toda la equipación (sirenas y demás) de la policía brasileña, comprados "de paquete" simplemente para destrozarlos. Otro tanto ocurrió con los exteriores. Se utilizaron casi 12.000 extras para aparecer como figurantes. Las chicas que vemos en las reuniones de las carreras callejeras, ataviadas con micro-falditas viéndoseles prácticamente todo, y los "colegas" de los protagonistas que se divierten con sus coches y con la música, eran todos extras puestos allí con la estética e indumentaria adecuada expresamente para la ocasión. Es decir, ninguna de aquellas personas estaban allí "por estar", sino con un cometido.
La película recibió bastantes críticas de los brasileños, al ofrecer una imagen de delincuencia estereotipada de Brasil, y tergiversar su realidad. De hecho no entra en la problemática de fondo de las favelas - la pobreza -, y se queda solamente en una apariencia de delincuencia y grupos armados. La oficial de policía (oficial de tránsito en la película) que debería dar la imagen más ética y responsable de Brasil, se pierde totalmente en el papel de Elsa Pataki, que parece hecho a medida y demasiado irreal.
La número 5 de la saga fue también un punto de inflexión. Los productores buscaron a partir de ella una película comercial de acción, dejando atrás la imagen "barriobajera" de las anteriores y con el único fin de lograr una buena recaudación en taquilla. Y lo consiguieron, porque si la F&F5 consiguió unos buenos números, las siguientes lograrían superarla, alguna de ellas incluso alcanzando el billón de dólares de beneficios. Es llamativo hasta qué extremos a la gente le gusta ser engañada. Luego nos quejamos de los políticos.
| Redacción: esRevistas.com / esRevistas.blogspot.com
Hace tiempo leía que las superproducciones eran cada vez más una apuesta. Necesitaban más y más pasta. Si iban bien, estonces se recuperaba con creces la inversión. Pero si iba mal se palmaba. Por lo que se dice son unas pocas las que ganan dinero, aunque ganan mucho claro.
ResponderEliminarMe apena que en la mayoría de casos es un dinero no justificado, algo que está ahí sólo para contrarrestar una historia pobre.
Cierto. Y me llama la atención que con todo lo que hoy se puede hacer con ordenador, aún se tenga que recurrir a destruir coches reales y todas esas cosas.
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