Cómo usar un concentrador USB o "hub"


A estas alturas seguramente esta pregunta esté ampliamente superada ya que, con la introducción de dispositivos como tablets, portablets o phablets con escasos puertos USB, el uso de concentradores (también conocidos como hubs) está a la orden del día.

Pero quizá no tengamos unas nociones básicas de cómo usarlos y, por eso, los estemos usando mal o no les saquemos todo el provecho. Vamos, pues, en este artículo a intentar explicar la mejor forma de usar uno de estos dispositivos.




Aunque en teoría un concentrador "multiplica" el número de puertos USB disponibles, en la práctica dista mucho de ser una solución perfecta puesto que al fin y al cabo tendrán que pasar todas las conexiones por un solo puerto USB (el que usamos para conectarlo al ordenador), y podremos generar "cuellos de botella". Por esta razón, es importante que usemos los concentradores para periféricos que puedan realizar tareas poco importantes o con poca demanda de recursos, tales como teclados o ratones, dejando las conexiones de discos duros externos, o pendrives, al puerto físico y real del ordenador, evitando así usar concentradores que impedirían su funcionamiento o, en otros casos, reducirían notablemente la velocidad de transmisión de datos (lectura y escritura).

Otra importante cuestión es tener en cuenta que no todos los puertos de un concentrador funcionan igual. Por lo general, la mayoría de ellos se pueden utilizar para conectar dispositivos externos (cámaras, teclados...), pero no para dispositivos que requieran conexión de alimentación (puertos de recarga de smartphones, móviles o smartwatches, ratones láser...).


Para esos menesteres, en los concentradores suele haber al menos un puerto dedicado capaz de ofrecer alimentación eléctrica, y es fácil identificarlo: suele ser un puerto solitario, o que destaca especialmente del resto. Es a ese puerto al cual deberemos conectar el ratón láser o dispositivos que requieran alimentación para que funcionen o que demanden un voltaje de energía elevado. Podría por tanto considerarse el puerto principal del hub. Ahí conectaremos el ratón láser o los dispositivos que requieran energía (o corriente). Por otra parte, existen concentradores con una toma de corriente propia, más efectivos que los que se alimentan directamente del puerto USB y en donde podremos conectar más dispositivos pero, en cualquier caso, siempre se corre el riesgo de perder rendimiento.

En el resto de puertos USB del hub podemos conectar dispositivos "secundarios" que no necesiten alimentación especial, como ratones convencionales, teclados o elementos similares.

Por lo tanto, y aunque un concentrador USB nos ofrezca numerosos puertos de conexión, tengamos presente que no estamos duplicando los puertos reales del ordenador o portablet, sino únicamente estamos "partiendo" o dividiendo las conexiones posibles de un único puerto, lo cual es muy útil cuando conectamos periféricos sencillos y muy básicos (como un ratón de los antiguos), pero que no lo es cuando se requiere dispositivos que requieran energía y una conexión de calidad para funcionar. De hecho, nos daremos cuenta que algunas conexiones no funcionarán correctamente en el concentrador y que, a la hora de la verdad, sólo unas pocas de ellas (la principal o las principales, según el modelo) nos ofrece un enlace de calidad.


| Redacción: Duraderos.esRevistas.com