Me he asustado porque, toda alterada, me ha contado una amiga que acababa de descubrir que los medicamentos y productos en la farmacia varían de precio ostensiblemente según acudas a unas o a otras. Al parecer, ella creía que los precios en este tipo de establecimientos estaban fijados por ley. Se quedó de piedra cuando vio que sí, estaban regulados por ley, pero por otra "ley": por la ley del albedrío del comerciante.
Es como los recambios o componentes de una bicicleta: en algunas tiendas puedes adquirirlos casi a la mitad de su precio, lo que nos da una idea del enorme porcentaje de beneficios que este tipo de tenderos se llevan. Obviamente, no es lo mismo que compres unas manetas o unas zapatas infladas de precio, a adquirir un medicamento, y de ahí el escándalo de mi amiga.
Yo suelo acudir en muchas ocasiones, para hacer copias o imprimir trabajos desde pen-drives, a una tienda de impresión digital, no por nada en particular, sino porque es una de las que más cerca de donde vivo se encuentran. En ella hay un señor que si tiene buen día te pone un precio, y, si se ve apurado o el día lo tiene torcido, puede cobrarte por un par de hojas precios escandalosos. Algo parecido ocurre en las farmacias.
Además, tengo el ejemplo muy reciente, porque hace unos días fui a comprar para un familiar unas pastillas con vitamina C (las Juanola con própolis), y en la farmacia la señora me cobró por ellas 4,55 €. Pues da la casualidad de que esas mismas pastillas las había comprado hacía precisamente un año y, como me parecieron muy útiles (me encanta la textura a plástico que tienen) decidí anotar en el task manager del móvil su precio. Supuse que se había incrementado algo, pero me llevé una sorpresa cuando constaté ¡que hace casi un año eran más caras que ahora! En la misma farmacia, las mismas pastillas, antes costaban ¡4,70 €!
Y no es que estuviesen de promoción, y tampoco que su fabricante haya rebajado el precio (eso sí que no lo suelen hacer), simplemente ocurre que la farmacéutica decidió que ya había abusado bastante de sus clientes. Probablemente el año pasado aprovecharía un periodo de gripe y éste, al no haber aún ninguna epidemia -las cuales sí sufrimos aquí, y varias, a principios de año- ya no vendería tantas.
En resumen: que si tienes que comprar productos de cuidado personal, higiene o medicamentos en la farmacia, si puedes consulta en varias. Te llevarás más de una sorpresa y seguro que ahorras bastante dinero. Sobre todo en aquellas cosas que compramos cotidianamente.
| Redacción: Duraderos
Así es. Es venta libre y ponen el precio que consideran.
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