Con los tiempos que corren y lo que está pasando con la energía, no está la cosa para desperdiciar combustible, precisamente. Así que cualquier truco que nos ayude a ahorrar será sin duda una buenísima noticia. Este es, de entre todos los que conozco respecto a los encendedores de gasolina, el que mejor he notado que funciona (lo he comprobado por mí mismo), y el de más fácil aplicación -en cierta forma, al menos-, ya que no debemos modificar el encendedor para nada.
Y es que uno de los defectos que más nos trae de cabeza a los usuarios de encendedores de nafta o de gasolina, es la poca duración de las recargas. Teniendo en cuenta que la latita de gasolina de tan sólo 125 ml. nos sale a 3 euros (a unos 6 si la adquirimos online), es fácil suponer que, si usamos el encendedor habitualmente, en un año habremos pagado de sobra el encendedor a base de gasolina.
Por todo ello es esencial que vigilemos muy mucho uno de los elementos que más producen ese gasto: su evaporación.
Es precisamente el agente evaporador, su capacidad volátil y carburante la piedra de toque de estos encendedores y, a la vez, es esa capacidad la que permite que puedan encenderse. Difícil equilibrio pues.
Al contrario que en los encededores de gas, los cuales disponen de una válvula que reduce notablemente las pérdidas y que se escape el mencionado gas, en los encendedores de gasolina no hay un sistema tan eficiente de control de escape. En realidad, que un encendedor a gasolina sea estanco depende de muchos factores que trabajan en común: debe poseer un buen algodón muy compactado, debe tener un depósito muy bien hermetizado, y deben poseer un buen cierre. Con el constante uso el metal del depósito cada vez da más de sí, el acero y la bisagra (y su leva fijadora) cada vez cogerá más holgura, y el algodón irá perdiendo sus capacidades de retención. Eso nos obligará a realizar un determinado mantenimiento: ajuste de la tapa, presión del depósito de metal para que encaje más firmemente pero, sobre todo y el principal, sustitución del algodón por otro de la misma calidad, específico para encendedores (no sirve el algodón sanitario que todos tenemos por casa, a no ser para un uso temporal y de emergencia, ya que por sus características no es posible compactarlo y el combustible se evaporará muy rápidamente).
No obstante en el uso cotidiano del mechero sí podemos hacer mucho para evitar las pérdidas por evaporación y, así, ahorrarnos un buen dinero en latas de combustible. Uno de los trucos es tener el encender guardado en un recipiente estanco. Nos vendrá de perlas una caja de los medicamentos que no soportan la humedad, como los Maxalt o similares (que, además, en sus cajas de plástico caben justo dos encendedores por lo que sus dimensiones son perfectas). Estos medicamentos son muy delicados y deben estar envasados en unos recipientes muy estancos en donde la humedad ni el ambiente externo les afecte. En este caso, se trata de unas eficientes cajitas de plástico, que tienen las medidas ideales para que tengamos en ellas metido nuestro encendedor. Es cierto que es una pequeña molestia abrirlas cada vez que queramos hacer uso del mechero, pero merece la pena y realmente notaremos el ahorro de combustible. Usándolas nos daremos cuenta que con este sistema cada recarga de gasolina nos dura muchísimo más.
El medicamento para adquirir estas cajas en una farmacia es muy caro, así que lo ideal sería que conociésemos a alguna persona que lo utilice y nos regale las cajas, por lo que además de evitar desperdicios, podremos reutilizarlas.
Si, en nuestro caso, llevamos el mechero siempre con nosotros, podemos recurrir a una de esas pequeñas bolsitas de cierre hermético. Se venden en paquetes y son muy baratas, y como no pesan ni ocupan espacio, podremos meter en ellas el mechero y transportarlo en el bolsillo de la chaqueta o del pantalón. Además, evitamos a la vez que el desagradable olor de la gasolina impregne toda nuestra ropa, reduciendo también el riesgo de respirar sus peligrosos vapores.
Con estas dos sencillas pero efectivas soluciones lograremos que nuestro mechero a gasolina nos dure más tiempo con carga y, a la par, ahorraremos un buen dinero de paso. Y reduciremos, por cierto, la emisión de sus vapores al ambiente.
| Redacción: esRevistas.com / esRevistas.blogspot.com
Me parece muy ingenioso, y encima una forma en que el encendedor vaya más protegido.
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