Prueba: pelador de castañas de Ibili



En esta época del año, y sobre todo en algunas zonas de España, se vuelve muy popular el consumo de castañas. Asadas o cocidas, en la gastronomía de un gran número de localidades y regiones tiene un gran protagonismo durante estos meses de otoño. Sin embargo, una de las tareas más tediosas es la de pelarlas para su consumo, en el caso de cocidas, o hacerles un corte a su envoltura, en el caso de asadas, con el fin de que con el calor no estallen.

Como podrás imaginarte, hay útiles e inventos para casi todos los gustos y para casi todas las tareas y, en este sentido, para hacer más agradable y eficiente la práctica de pelar castañas, también existen unas herramientas manuales específicas, como en este caso el pelador de castañas de la marca Ibili.




No es la primera vez que traemos a esta publicación a este fabricante, que ofrece útiles de casi todo tipo, desde termos hasta tijeras. La intención de este pelador es la de, principalmente, proteger nuestra integridad cuando nos ponemos a pelar castañas, un proceso en el cual es muy fácil que el cuchillo se escape y nos haga un corte, debido a lo deslizante y dura de la piel de estos frutos. A este fin, posee una parte delantera con unos notorios dientes de sierra, que se incrustan en la castaña y, con la otra, se produce el corte. Dado que ambas piezas no llegan a unirse del todo, y como nuestros dedos - se supone - están más lejos de la zona en la que trabajamos, es más difícil que se produzca el corte. Aún así, hay que tener cuidado porque si introducimos sin querer el dedo podemos llevarnos también una herida muy seria.

Para las castañas asadas basta simplemente con eso, con realizar un corte sobre su piel aunque, si queremos, podemos ser más expeditivos y "agujerearlas" simplemente, con el lateral en forma de gancho (que sirve también como abrebotellas, por cierto).



Si queremos cocerlas tendremos que hacer un segundo proceso, éste consiste en separar la dura piel exterior. Para ello, tras el corte con el cabezal, tenemos a la altura del mango dos salientes, que se pueden usar como pinzas para agarrar la piel y tirar de ella.

Como suele ser habitual en Ibili, es un buen producto pero incompleto. Es decir, podrían haber hecho un producto redondo si, en lugar de tener los salientes para sujetar la piel en el plástico del mango, éstos estuvieran a la altura de la cabeza, en la parte metálica. Sería más cara de producir esta herramienta (porque habría que hacer otro troquel al metal), pero mucho más cómoda de manejar. Tal como está, cuando te pones a pelar castañas estás todo el rato de la cabeza al mango y viceversa, lo que se hace pesado, lento e incómodo.



Otro nefasto detalle es que el sistema de unión se deja a cargo de un remache, que no tiene opción de apretar ni de aflojar. Con el tiempo puede dar de sí y acabar haciendo inútil esta herramienta. Antiguamente este sistema solía ser con un tornillo, mucho más eficiente y "reparable". Un remache visualmente queda más atractivo, pero es mucho menos práctico.

Aún así, por los casi 3 € que cuesta esta herramienta, merece la pena adquirirla (u otra similar) para evitarnos dolorosos y peligrosos daños a la hora de cortar o pelar castañas, porque ciertamente es más seguro este tipo de herramientas específicas que usar un cuchillo.

Virtudes
+ Aumento de la seguridad y corte más efectivo.
+ Posibilidad de trabajar de diferentes formas.


Defectos
- Pinzas de agarre en el mango, muy separadas de la zona de corte.
- Sistema de giro por remache.




















| Redacción: esRevistas.com / esRevistas.blogspot.com




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2 comentarios :

  1. Vaya, ni siquiera sabía que existieran ese tipo de útiles. Por 3€ no está mal, aunque tiene pinta de no ser Made in Spain para nada.

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    1. Pues no pone nada en el embalaje, y cuando no pone nada, ya te imaginas... Además, dan una garantía de 2 años... Es sorprendente, se supone que una herramienta de este tipo debería durar casi toda la vida. Pero dos años "con un uso adecuado" mucho me temo que es porque consideran que la durabilidad no es uno de sus puntos fuertes, precisamente.

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